17 de octubre de 2013

Oh, la l'art!

El Roto



«El arte se ha convertido cada vez más en la preocupación del artista y en el desconcierto del público».
Paul Gauguin




















Andrés Rábago García (El Roto) aplica su capacidad para sintetizar en imágenes tan claras como poéticas su visión de la situación actual del arte contemporáneo, así como de los distintos agentes que participan en este mundo de apariencias: las ínfulas, esperanzas y decepciones de los autores; la incomprensión del público; la insustancial influencia de la crítica; el caprichoso interés de los galeristas; la tiránica relación entre arte y mercado...





















Nadie se salva de su picota, aunque como él mismo afirma: «Mi voluntad es clarificar el mundo, no castigar a los malvados».





















Premio Cálamo "Extraordinario 2013".


Tamaño: 18 x 26,5 cm; 112 pp. Cartoné con sobrecubierta; ISBN: 978-84-941619-5-7
Ver bio del autor

Andrés Rábago García

Madrid, 1947















Pintor, dibujante e ilustrador, maestro de la sátira social, colaboró en los años sesenta, con el seudónimo OPS, en medios tan diversos como Hermano Lobo, La Codorniz, Triunfo, Cuadernos para el Diálogo y Madriz: «Un dibujo mudo que tenía más que ver con el territorio del preconsciente, del inconsciente, que con el territorio de lo social, de lo externo». 
Tras la llegada de la democracia a España adoptó un nuevo seudónimo, El Roto, dueño de un estilo más abierto y directo con el que sigue presentando una celebrada viñeta satírica diaria en El País. «El núcleo esencial de la sátira es poner de manifiesto aquello que consideras que son falsificaciones o mentiras, las formas en las que se presentan las cosas para ser más digeribles. Arrancar esa careta es justamente lo que hace la sátira». La obra de Rábago como pintor ha sido objeto de numerosas exposiciones individuales y colectivas. Entre sus libros más recientes se cuentan La edad del silencio, 2011, Camarón que se duerme (se lo lleva la corriente de opinión), 2012 y Un viaje de mil demonios, 2012. Por el conjunto de su obra obtuvo en 2012 el Premio Nacional de Ilustración otorgado por el Ministerio de Cultura de España.

16 de octubre de 2013

Marcovaldo

Italo Calvino













Alessandro Sanna (Ilustraciones)

«Tenía este Marcovaldo un ojo poco adecuado a la vida de la ciudad: carteles, semáforos, escaparates, rótulos luminosos, anuncios, por estudiados que estuvieran para atraer la atención, jamás detenían su mirada, que parecía vagar por las arenas del desierto».



















Marcovaldo, un obrero, padre de familia numerosa y subalimentada, es un hombre con problemas económicos, y el progreso humano no lo beneficia: para él no es sino una escalada depredadora que le causa melancolía.




















Texto delicioso, Marcovaldo o sea las estaciones en la ciudad, es, como todas las obras de Italo Calvino, una tierna invitación a la reflexión sobre las circunstancias de la vida urbana y la relación del habitante de la ciudad con una naturaleza que solo se le insinúa y apenas lo roza.




















La vitalidad de estos relatos es tributaria no solo de su motivación argumental sino también de la profunda energía poética que los impulsa. 





















Traducción: Juan Ramón Masoliver
Tamaño: 16,5 x 24 cm; 192 pp. Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-9416-192-6
Ver bio del autor
Ver bio del ilustrador

Italo Calvino

Santiago de las Vegas, Cuba, 1923 - Siena, Italia, 1985












De Italo Calvino dijo Cesare Pavese que era una «ardilla de la pluma». El lector familiarizado con sus fantasías barrocas y desbordantes, cómplice a veces incómodo, bien puede compartir esa definición abierta. El Calvino que hizo famoso a Calvino, que comienza en El vizconde demediado (1952) y termina en los ensayos recopilados bajo el título de Lecciones americanas (1985), tiene precedente en el joven escritor que en la década de los cuarenta se adscribía al neorrealismo. En 1957, Calvino afirmó que ya no podía escribir novelas de tipo tradicional porque «nosotros miramos el mundo mientras vamos cayendo por el hueco de una escalera». Sentenció que «la memoria de la imaginación es también una memoria», haciendo así profesión de fe del oficio creador. Calvino participó de forma activa en el debate político de su país, fue miembro de las organizaciones partisanas, con las que intervino en acciones de guerra; a esta experiencia dedicó El sendero de los nidos de araña, el más bello ejemplo de literatura de la resistencia. Las obras que lo hicieron célebre en todo el mundo son El barón rampante, El caballero inexistente, Las cosmicómicas, Las ciudades invisibles y Marcovaldo. «¿Libro para niños? ¿Libro para jóvenes? ¿Libro para adultos? Hemos visto cómo estos planos se enlazan de continuo». Calvino destaca como patrón de una ética lúcida y refinada, transformada en textos, y el efecto es milagroso. Su literatura es considerada un tesoro cultural en Italia.

Alessandro Sanna

Nogara, Verona, 1975














Estudió pintura en Bolonia y diseño gráfico en Verona. Es profesor en la Academia de Bellas Artes y en el Instituto Andrea Palladio de esa ciudad véneta. También imparte seminarios y talleres sobre diseño y educación visual para niños y adultos. Desde 1996 se ha dedicado a la ilustración de libros de autores contemporáneos como Gianni Rodari, Beppe Fenoglio o David Grossman, y de clásicos como los Hermanos Grimm, Miguel de Cervantes o Herman Melville, entre otros. Ha sido galardonado en dos ocasiones con el Premio italiano Hans Christian Andersen. Ha trabajado como ilustrador para revistas como Vanity Fair (Francia), The New Yorker o New York Times Book Review. Sus libros han sido publicados en diversos países, como Estados Unidos, Francia, Alemania, España, Estonia, Corea. Con Libros del Zorro Rojo ha publicado Tonino el invisiblede Gianni Rodari (2010), Marcovaldo, de Italo Calvino (2013) y El río (2014).

15 de octubre de 2013

Sueño

Haruki Murakami















Kat Menschik (Ilustraciones)




«Me pregunté cuántos días llevaba sin dormir. El primer día en que no había podido conciliar el sueño había sido un martes, dos semanas atrás. Es decir que hacía diecisiete días justos. Eran diecisiete días y diecisiete noches. Un tiempo muy largo. Ya casi no recordaba en qué consistía dormir».



















La protagonista de esta historia cuenta en primera persona que lleva diecisiete días y diecisiete noches sin dormir. Ni siquiera siente sopor. Su mente se mantiene muy clara, incluso más despejada que de costumbre. Tiene apetito, su cuerpo funciona bien y no nota ningún cansancio. 



















Pero ni su marido ni su hijo se dan cuenta de lo que pasa y ella no les cuenta nada para que no la obliguen a ir a un hospital. Durante el día finge normalidad, y dedica las noches, mientras ellos duermen plácidamente, a leer con voracidad o a dar vueltas en el coche por la ciudad sin rumbo fijo. No encuentra sentido a lo que le pasa, ni explicación a las sombras que en algún momento empiezan a rodearla. 





















Traducción: Lourdes Porta
Tamaño: 16,5 x 24 cm; 96 pp. Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-9416-194-0
Ver bio del autor
Ver bio de la ilustradora
Ver bio de la traductora

Lourdes Porta

La Bisbal del Penedés, Tarragona, 1961

Compagina desde principios de los años noventa su labor docente como profesora de japonés en la Escuela Oficial de Idiomas de Barcelona con su dedicación a la traducción. Entre los autores que ha traducido cabe contar a Haruki Murakami (entre otras novelas, Tokyo Blues, Kafka en la orilla, El fin del mundo y el depiadado país de las maravillas, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, After dark, etc.), Ôgai Mori (El ganso salvaje), Akiyuki Nosaka (La tumba de las luciérnagas, Las algas americanas), Banana Yoshimoto, (Kitchen, Sueño profundo, etc.), Chiyo Uno (Confesiones de amor), Kyôychi Katayama (Un grito de amor en el centro del mundo, El año de Saeko) o Ryûnosuke Akutagawa (Rashômon). En su faceta docente es coautora, junto con Junichi Matsuura, de una gramática de la lengua japonesa en castellano, Nihongo Bunpô, y de diversos libros de material didáctico, Nihongo Kyôkasho 1 y 2, publicados por Editorial Herder. 

8 de octubre de 2013

Barbazul

Charles Perrault
















Carlos Nine (Ilustraciones)

Entre los cuentos maravillosos de Perrault, Barbazul se destaca por producir un profundo y genuidno horror en el lector. Para crear a sus siniestro protagonista, el autor se basó en los crímenes reales cometidos por Gilles de Rais, un noble francés del siglo XV. 




















Podría decirse por lo tanto que Barbazul es, de los cuentos de Perrault, el más realista, en tanto solamente aparecen en él dos elementos fantásticos, el antinatural color azul de la barba del personaje central y la pequeña llave fatal, que abre la recámara prohibida y de la cual la sangre nunca puede limpiarse, sino que persiste como señal de delación de los horrorosos asesinatos de Barbazul pero también, sobre todo, de los «crímenes femeninos»: la curiosidad y la desobediencia de su desgraciada esposa.





















Esta edición de Libros del Zorro Rojo se engalana con las ilustraciones del genial ilustrador argentino Carlos Nine, llenas de colorido y desmesura y, a pesar de ello, apropiadas e inquietantes acompañantes de esta historia, llamada a ser protagonista de las pesadillas de niños y adultos por incontables generaciones.

























Traducción: Palmira Feixas
Tamaño: 23,5 x 32 cm; 48 pp.; Cartoné; ISBN: 978-84-9416-191-9
Ver bio del autor
Ver bio del ilustrador

Charles Perrault

París, 1628 - 1703

















Criado en una familia acomodada, Perrault pudo estudiar en las mejores escuelas de Francia. Fue en el colegio de Beauvais en 1637, donde comenzó a interesarse por la lengua y la literatura, más concretamente por las lenguas muertas. No obstante estudiará derecho, carrera que le llevará, gracias a la protección de su hermano mayor Pierre, a trabajar como funcionario en el servicio gubernamental.
Fue importante su papel en el desarrollo de las academias, en concreto de la Academia de Ciencias y en la recuperación de la Academia de Pintura. Su influencia en la vida pública francesa fue destacada gracias sobre todo a sus escritos de elogio a la monarquía francesa. Su ascenso profesional continuó hasta llegar a convertirse en académico y en bibliotecario de la propia Academia. Sin embargo su posición privilegiada se vio perjudicada por la política de cargos hereditarios existente. Así, fue obligado a ceder su cargo como funcionario al hijo de Colbert, su protector. 
Perrault escribió a lo largo de su vida cuarenta y seis obras, la mayor parte de las cuales se trataron de loas a Luis XIV, rey de Francia. No fue hasta 1683 cuando escribió Historias o cuentos del pasado (publicado en 1697 y conocida como Los cuentos de la mamá gansa; una recopilación de cuentos basados en la tradición oral y posiblemente también en la recopilación El cuento de los cuentos de Juan Bautista Basile). Es aquí donde se recogen sus cuentos de hadas más famosos: La bella durmiente, Caperucita Roja, Barba Azul, El gato con botas, Las Hadas, Cenicienta, Riquet al copete y Pulgarcito
Su éxito editorial fue contundente, tanto que pronto aparecieron en Holanda y en otros países de Europa ediciones no autorizadas. No obstante sus cuentos no tardaron, como moda pasajera, en caer en el olvido en favor de la influencia de las historias mágicas de oriente, sobre todo por la traducción de Antoine Galland de Las mil y una noches y que tiene como ejemplo a las Cartas Persas de Montesquieu.
No fue hasta el siglo XIX, con la recuperación romántica del folclore europeo que la obra de Perrault fue recuperada y su figura tratada como fundamental para el desarrollo del cuento occidental, algo que ser haría patente con una nueva edición de sus cuentos, ilustrada por Gustav Doré.

10 de septiembre de 2013

Informe sobre ciegos

Ernesto Sabato



Luis Scafati (Ilustraciones)

«¿Cuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato?».

Con esta pregunta comienza Informe sobre ciegos, capítulo que forma parte de la novela Sobre héroes y tumbas que Sabato publicó por primera vez en 1961. Pero por su forma y estructura podemos considerar este capítulo como un relato independiente. Sabato abandona el narrador en tercera persona para ceder la narración a los pensamientos y la voz del protagonista, Fernando Vidal Olmos. Convencido de que los ciegos forman parte de una conspiración mundial para controlar el mundo, Fernando decide desenmascarar dicho complot, lo que le llevará a una aventura caracterizada por la nocturnidad y la inconsciencia. Separado de todo y de todos, salvo de su obsesión, Vidal Olmos se encaminará a su final guiado siempre por su «paranoia crítica».
Con esta edición ilustrada, desde Libros del Zorro Rojo procuramos ofrecer una nueva perspectiva del relato, a través de las potentes y expresivas ilustraciones realizadas por Luis Scafati, que lejos de acotar la imaginación, proponen un nuevo diálogo con la febril búsqueda de Fernando Vidal y con el propio lector.

A la venta en las librerías españolas a partir del miércoles, 11 de septiembre.

18 x 26,5 cm; 224 pp. Cartoné con sobrecubierta | ISBN:978-84-941041-6-9






















































Tamaño: 16,5 x 24 cm; 224 pp.; Cartoné con sobrecubierta; ISBN: 978-84-9410-416-9

Ver bio del escritor
Ver bio del ilustrador

9 de septiembre de 2013

Ernesto Sabato

Rojas, 1911 - Santos Lugares, 2011
























«Soy un simple escritor que ha vivido atormentado por los problemas de su tiempo, en particular por los de su nación. No tengo otro título», declaró Ernesto Sabato en 1983. Había nacido en 1911 en la provincia de Buenos Aires, de familia italiana con remoto origen albanés. Antes de convertirse en novelista fue militante comunista, físico y crítico literario; su primer trabajo fue la reseña de El sueño de los héroes de Adofo Bioy Casares, y en 1945 publicó su primer libro, Uno y el universo, donde acomete contra la supuesta imparcialidad de la ciencia. El túnel, publicada en 1948, fue su primera novela y obtuvo un rápido reconocimiento internacional, catapultado por el elogio de Albert Camus. Alejado definitivamente de la ciencia, continuó escribiendo ensayos sobre temas estéticos, políticos y literarios, hasta que en 1961 dio a conocer su segunda novela, Sobre héroes y tumbas, una obra arrolladora que abarca diferentes situaciones históricas, sociales y psicológicas. En 1974 llegaría su última obra de ficción, Abaddón el exterminador, que incluye personajes de la anterior. En 1984 recibió el Premio Cervantes, máximo galardón literario concedido a los escritores de habla hispana. Una definición de Sabato acaso sirva para sintetizar el pensamiento de un intelectual que nunca dejó de cuestionarse: «La formidable crisis del hombre, esta crisis total, está sirviendo al menos para reconsiderar los modelos». Murió cincuenta y cinco días antes de cumplir los cien años.

3 de julio de 2013

Franz Kafka

Praga, 1883 - Kierling, 1924
















Fue hijo de una familia de comerciantes praguenses. Se doctoró en derecho, cursó estudios de germanística e historia del arte y a los veintitrés años comenzó a trabajar en una compañía de seguros. Goethe, Eckermann, Byron, Swift, Flaubert y la Biblia fueron algunas de sus lecturas habituales. Su obra comprende relatos, novelas y más de tres mil páginas con anotaciones de diarios y fragmentos literarios. La metamorfosis, escrita en 1912 y publicada en 1915, está considerada por la crítica como una de las ficciones más influyentes del siglo XX. El proceso, El castillo y América, al igual que muchos otros trabajos de Kafka, han llegado a nuestros días gracias a la mediación de su amigo y biógrafo Max Brod, quien, imponiéndose a la voluntad del escritor, se negó a destruir sus manuscritos. Aunque comprometido en varias ocasiones, Kafka nunca se desposó; terminó sus días enfermo de tuberculosis en un sanatorio de Kierling, cerca de Viena. Sus tres hermanas murieron asesinadas en los campos de exterminio nazi. Hacia 1983, Borges declararía: «Kafka ha sido uno de los grandes escritores de toda la literatura. Para mí, es el primero de este siglo. Le importaba la obra, no la fama, eso es indudable. Fue un soñador que no quiso que sus sueños fueran conocidos, ahora es parte de ese sueño universal que es la memoria».

25 de junio de 2013

George Orwell

(25 de junio de 1903 - 21 de enero de 1950)




















«En nuestra época el lenguaje y los escritos políticos son ante todo una defensa de lo indefendible. Cosas como la continuación de la dominación británica en la India, las purgas y las deportaciones en Rusia, el lanzamiento de bombas atómicas sobre Japón, de hecho pueden defenderse, pero solo a través de argumentos que son demasiado brutales para decírselos directamente a la gente, y que no encajan con los objetivos declarados por los partidos políticos. Así, el lenguaje político consiste en gran medida en un eufemismo, una cuestión respondida con oscuras vaguedades. Aldeas indefensas son bombardeadas desde el aire, sus habitantes expulsados al campo, el ganado ametrallado, las chozas incendiadas; a esto llaman pacificación».

18 de junio de 2013

José de Sousa Saramago

(16 de noviembre de 1922 - 18 de junio de 2010)


















«Llevamos siglos preguntándonos los unos a los otros para qué sirve la literatura y el hecho de que no exista respuesta no desanimará a los futuros preguntadores. No hay respuesta posible. O las hay infinitas: la literatura sirve para entrar en una librería y sentarse en casa, por ejemplo. O para ayudar a pensar. O para nada. ¿Por qué ese sentido utilitario de las cosas? Si hay que buscar el sentido de la música, de la filosofía, de una rosa, es que no estamos entendiendo nada. Un tenedor tiene una función. La literatura no tiene una función. Aunque pueda consolar a una persona. Aunque te pueda hacer reír. Para empeorar la literatura basta con que se deje de respetar el idioma. Por ahí se empieza y por ahí se acaba».

13 de junio de 2013

125º aniversario

Fernando Pessoa (13 de junio de 1888 - 30 de noviembre de 1935)


Setenta y dos heterónimos y un amor

El espacio entre el cristal y la pupila. La distancia entre el reflejo a través del cristal y los ojos de Ophelia. La luz tenue. Miradas fusionando. La llama que enciende el olvido. La mano en la cintura. Pequeño bebé. El mismo impulso haciendo contacto que arrasa en un beso todas las palabras que no caben en la boca. Versos que se miden en suspiros. Manos de tinta de papel hecho romance universal. La indiferencia que desborda el sentimiento. Las alas platónicas que encandilan tu sombrero. El  tiempo que detiene y hace historia del amor en extremo inabarcable. La espera sin esperanza. El alma plagada de ausencias.Y las palabras signadas a fuego: “Muy tuyo”.
Cuarenta y ocho cartas y dieciséis poemas después. El poeta de las mil caras. El misterio en un portafolios. El cristal con que mira. El corazón que arde las venas de Portugal.  Retazos de amor que derrama el mar de la geografía de los hombres comunes, trascendentes. Trascendentales. Memorias de Cabo Buena Esperanza. El mito en un baúl. Postales de Natal. Perfume de oficinas a vapor. Todo eso eras. La soledad.
Impresiones letradas en fragmentos de ausencia.
Hoy. Siempre. Así serás.
Literatura.
Eterna cercanía entre la vida y la muerte.
Fernando Pessoa.
El legado.
Y toda la poesía.
Toda.


Coni Salgado/Twitter/Facebook

Cartas a Ophélia

Fernando Pessoa



Antonio Seguí (Ilustraciones)

15 de octubre de 1920
Pequeño Bebé:

Tienes más de mil, tienes millones de razones para sentirte enojada, irritada y ofendida conmigo. Pero la culpa no ha sido mía, ha sido de ese Destino que acaba de condenarme el cerebro a un estado que, si no es irreversible, por lo menos exige un tratamiento adecuado, que no sé si podré conseguir. Pretendo (sin aplicar el célebre decreto del 11 de mayo) irme a un sanatorio el mes próximo a ver si allí encuentro algún tratamiento que me permita resistir la ola negra que se abate sobre mi espíritu. No sé cuál será el resultado del tratamiento, quiero decir: no imagino cuál podría ser. Nunca esperes por mí; si alguna vez me presento ante ti será por la mañana, cuando vayas a la oficina, en Poço Novo. No te preocupes. Al fin y al cabo, ¿qué ha sucedido? ¡Me han cambiado por Álvaro de Campos!
Siempre muy tuyo,

Fernando



Al cumplir 19 años, Ophélia Queiroz entró a trabajar en las oficinas Félix, Valladas & Freitas de Lisboa, donde Pessoa se ocupaba de traducir la correspondencia comercial. Corría 1920 y el poeta contaba 32 años.

Hacia 1976, la propia Ophélia evocó los inicios del romance. «Un día se fue la luz. Freitas no estaba y Osorio, el “grumete”, había salido a hacer unos recados. Fernando fue a buscar un lámpara de petróleo, la encendió y la puso encima de mi mesa. Poco antes de la hora de partida, me alcanzó una notita que decía “Le pido que se quede”. Yo permanecí expectante. Por entonces ya había notado el interés de Fernando hacia mí; y yo, lo confieso, también le encontraba cierta gracia… Recuerdo que estaba de pie, a punto de ponerme el abrigo, cuando él entró en mi despacho. Se sentó en mi silla, dejó sobre la mesa la lámpara que traía y comenzó de pronto a declararse como Hamlet a Ofelia: “¡Oh, querida Ofelia!, mido mal mis versos, carezco de arte para medir mis suspiros, pero te amo en extremo. ¡Oh, hasta el último extremo, créeme!». Quedé muy conmovida, como es natural, y sin saber qué decir ni hacer, acabé por ponerme el abrigo y despedirme apresuradamente. Fernando se levantó con la lámpara en la mano para acompañarme hasta la puerta. Pero, de repente, apoyó la lámpara sobre la divisoria de la pared, me tomó sorpresivamente por la cintura, me abrazó y, sin decir una palabra, me besó, me besó apasionadamente, como un loco. […] Días más tarde, como Fernando parecía ignorar lo que había sucedido entre nosotros, resolví escribirle una carta pidiéndole una explicación; lo que dio origen a su primera carta-respuesta, con fecha 1.° de marzo de 1920».Cuarenta y ocho cartas y dieciséis poemas dan testimonio del secreto romance entre el poeta portugués y la joven Ophélia Queiroz. Una correspondencia forjada en los años decisivos de la producción literaria de Fernando Pessoa. El prólogo de Antonio Tabucchi reflexiona sobre este epistolario al que el gran artista plástico Antonio Seguí ha dedicado una treintena de exquisitas acuarelas.

Traducción: Alejandro García Schnetzer

14 x 22 cm; 174 pp; Cartoné encuadernado en tela
ISBN: 978-84-92412-47-1



Ver bio del autor
Ver bio del ilustrador

7 de junio de 2013

Premios a los Libros Mejor Editados

Año 2013































FAUSTO
Segundo Premio a los Libros Mejor Editados 2013
Categoría: Obras Generales y de Divulgación

Sin la excelencia del texto de Goethe, sin la soberbia traducción de José María Valverde y sin la magistral interpretación que de ese texto hizo en 1925 Harry Clarke, este reconocimiento otorgado por el Ministerio de Cultura no hubiese sido posible.

Pero este libro es también una consecuencia del presente, del apoyo que hemos recibido del ICEC (Institut Català de les Empreses Culturals). Sin ese respaldo, la edición de esta obra, que nos enorgullece, no hubiese podido ver la luz.

A todos ellos, pasado y presente, muchas gracias.

Aquí, más información sobre esta edición.