Brighton, Sussex, 1872 – Menton, 1898
Pintor e ilustrador inglés, una de las más importantes figuras del Esteticismo después de Oscar Wilde y crítico implacable de la sociedad victoriana. Aubrey Vincent Beardsley solo tuvo unos meses de instrucción formal en la Westminster School of Art, a la que acudió animado por el pintor Edward Burne-Jones, uno de los mayores creadores del movimiento Arts and Crafts. Sus dibujos, influidos por los grabados japoneses, ponen énfasis en lo grotesco, lo decadente y lo erótico. «Tengo una sola meta: lo grotesco. Si no soy grotesco, no soy nada». A pesar de la brevedad de su carrera, contribuyó de manera decisiva al movimiento francés del arte del cartel y al desarrollo del Art Nouveau. En 1893 fue contratado para ilustrar Le Morte d’Arthur de Thomas Mallory. En 1894 obtuvo fama inmediata por sus ilustraciones de Salomé de Oscar Wilde, que con su morboso erotismo sobresaltaron al público y a los críticos. Ese año entró como jefe de arte en la publicación The Yellow Book, de la que fue despedido en 1895 tras el escandaloso juicio a Wilde, de quien no era amigo pero con quien compartía una mirada irreverente sobre la hipocresía de la época. En 1896 trabajó en la revista The Savoy, dirigida por Leonard Smithers, librero, libertino y pornógrafo, e ilustró varios libros, entre ellos La violación del candado de Alexander Pope y Lisístrata de Aristófanes. Delicado de salud desde que contrajo tuberculosis a los seis años, volvió a sufrir la misma enfermedad a los diecisiete, y a los veinticuatro era un inválido. Antes de morir rogó a su editor que destruyera todos sus dibujos obscenos, deseo que el editor traicionó.
Foto: Frédérick H. Evans, 1895