16 de febrero de 2010

El perseguidor

en la correspondencia de Cortázar


Estoy encarnizado con un cuento que no acabo de escribir y que me está dando un trabajo terrible. Su tema es aparentemente muy sencillo: la vida —y sobre todo la muerte— de un músico de jazz. Concretamente se trata de Charlie Parker, que murió hace unos meses en circunstancias bastante horribles. Siempre le tuve mucho cariño, y los datos que pude reunir sobre su vida me dieron ganas de intentar una biografía «ficticia» (cambiando incluso el nombre, pero dejando los indicios suficientes para que todo amateur de jazz se dé enseguida cuenta de que se trata de Parker). Quiero presentarlo como un caso extremo de búsqueda, sin que se sepa exactamente en qué consiste esa búsqueda, pues el primero en no saberlo es él mismo. Ni qué decir que en cierto modo estoy haciendo una transferencia personal, y que mucho de lo que me preocupa irá a la cuenta del personaje. No sé cómo terminará esto; hasta ahora hay unas treinta páginas escritas, y hará falta otro tanto.

Carta a Jean Barnabé incluída en Cartas 1937-1983,
Alfaguara, 2002.

© Fotografía: Alberto Jonquières