7 de diciembre de 2011

Los sueños de Helena

Viajan a Zaragoza


Librería Cálamo y Libros del Zorro Rojo desean celebrar con ustedes Los sueños de Helena de Eduardo Galeano e Isidro Ferrer. El jueves 15 de diciembre a las 19 h en el espacio Ámbar de La Zaragozana, C/ Berenguer IV, 1. Les esperamos.

24 de noviembre de 2011

La Isla del Tesoro

Robert Louis Stevenson



Ralph Steadman (Ilustraciones)

«—Livesey —dijo el squire—, va a dejar inmediatamente de hacer sangrías y recetar curas para la gripe. Mañana salgo para Bristol. Dentro de tres semanas…, ¡qué digo tres semanas!…, de diez días…, tendremos el mejor barco, sí señor, y la mejor tripulación de Inglaterra. Hawkins viene de grumete y ¡qué grumete vas a ser, Hawkins! Usted, Livesey, médico de a bordo; yo seré almirante. Llevaremos con nosotros a Redruth, Joyce y Hunter. Tendremos vientos propicios, travesía rápida y ninguna dificultad para encontrar el lugar, y después dinero hasta hartarnos…, hasta revolcarnos en él…, hasta para despilfarrar durante toda la vida.

—Trelawney —dijo el doctor—, iré con usted, y le aseguro que también irá Jim, y tenga la absoluta convicción de que nos será de mucha ayuda. Solo hay una persona a quien temo.

—¿Y quién es? —gritó el squire—. ¿Cómo se llama ese canalla?

—Usted —replicó el doctor—, porque no puede sujetar la lengua. No somos los únicos que sabemos de este documento».






La Isla del Tesoro es un relato oscuro. Oscuro por la conciencia de que al final del camino hay riquezas que van más allá de los sueños de la avaricia. Todos saben algo, intuyen un oscuro secreto, pero nadie lo sabe todo, excepto quizá Billy Bones, el viejo capitán que parece haber sobrevivido a una vida de pillaje, calumnias y codicia. Pero está a punto de morirse… y aunque está a punto de morir, los que saben algo importunan su condenada alma.

Acentúan la sensación premonitoria los golpecitos del bastón de Pew el Ciego en la neblina arremolinada de un solitario páramo a la orilla del canal de Bristol. La amenaza de un peligro
inminente se torna claustrofóbica, se pega como un sudario húmedo. La amenaza de un marinero con una pata de palo y la siniestra visita de Perro Negro con la mano mutilada se acercan.




Solo Jim Hawkins puede que sea inocente, pero incluso él se esfuerza demasiado en mantenerse imparcial y por encima de la lucha que desgarra a cada uno de los personajes de la historia, incluido él mismo. A todos, incluso a los respetados doctor Livesey y squire Trelawney les ciega una desmedida sed de oro.

No hay dechados de virtudes en esta novela. No hay lugar para la respetabilidad en un chirriante barco de madera tripulado por aventureros decididos a enriquecerse de golpe con un tesoro bañado en sangre, lo que los sitúa al mismo nivel que la chusma infame que lo guardó en una isla dejada de la mano de Dios. De hecho, los piratas que lo escondieron nos parecen más dignos de respeto que el que esta pandilla pudiera suscitar en una docena de relatos.






No he buscado, pues, la honorabilidad en los rostros de los personajes: son tan malos o tan buenos como cualquiera que se encuentre atrapado en la alocada rebatiña del dinero mal ganado, y esto hace tanto mejor el relato de Robert Louis Stevenson y su forma de contarlo… La caza de tesoros es un negocio desesperado. Ralph Steadman, Prólogo, 1985.




«Leer La Isla del Tesoro es una de las formas de la felicidad».
Jorge Luis Borges



18 x 26,5 cm, 312 pp, Cartoné con sobrecubierta
ISBN: 978-84-9241-293-8

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Robert Louis Stevenson

Edimburgo, Escocia, 1850 - Vailima, Samoa, 1894


Hijo de una familia de constructores de faros, pasó su infancia entre médicos y tutores. Años de enfermedad lo llevaron a definirse como «un sobreviviente entre crudos vientos y pertinaces lluvias», y a decir: «No he conocido un solo día efectivo de salud. He escrito con hemorragias, entre estertores de tos, he escrito con la cabeza dando tumbos». Cursó estudios de ingeniería y se graduó en leyes. Cuentos, ensayos, poesías, novelas, crónicas de viajes… Stevenson abordó con maestría los más diversos géneros literarios ofreciendo siempre la felicidad y el asombro. Tras cruzar el Atlántico y los Estados Unidos se desposó con Fanny Osbourne, a cuyo hijo Lloyd dedicó La Isla del Tesoro, narración publicada originalmente por entregas entre octubre de 1881 y enero de 1882 en la revista Young Folks, y bajo el seudónimo de Captain George North. Un año más tarde se editaría como libro. Stevenson cultivó la amistad de Leslie Stephen, de Henry James, de Mark Twain, así como también la de ladrones y marineros, con quienes se divertía participando en concursos de blasfemias. «La risa era entonces nuestra ocupación principal», escribió refiriéndose a sus amigos, y hasta les dedicó un ensayo a la pereza. Autor de Las nuevas noches árabes (1882); Los colonos de Silverado (1884); El dinamitero (1885); El príncipe Otón (1885), El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886), con la que alcanzó el éxito literario, o Flecha negra (1888), se estableció con su familia en la Polinesia en 1889. Fue uno de los primeros occidentales en denunciar el maltrato colonial. Al salir de prisión merced a los oficios de Stevenson, el jefe Mataafa mandó construir un camino hasta el hogar de su benefactor, que se llamó, que aún se llama, «vía de la gratitud». Los nativos lo llamaron Tusitala, ‘el narrador de historias’. Murió en su hogar de Vailima a causa de una hemorragia cerebral. Cumpliendo con su voluntad, los amigos se abrieron paso en la espesura y le dieron descanso en lo alto del volcán Vaea, de cara al mar.

Ralph Steadman

Wallasey, Inglaterra, 1936



Dibujante y caricaturista, estudió artes y diseño en el East Ham Technical College y en el London College of Printing. Sus ilustraciones satíricas en el ámbito social y político le han valido el reconocimiento internacional. Su obra, apreciada por varias generaciones de artistas, ha sido publicada con gran éxito tanto en Europa como en Norteamérica. Sobre su personal manera de trabajar, declaró: «De joven iba a cambiar el mundo, pero el mundo empeoró, mi estilo se fue cargando de furia y empezaron a surgir manchas; como parecían muy naturales, estrellaba el pincel o la pluma contra el papel y conseguía maravillosos dibujos borrosos». Ha trabajado para Punch, Private Eye, The Daily Telegraph, The New York Times, The Independent y Rolling Stone. Con el escritor norteamericano Hunter S. Thompson colaboró en el nacimiento del periodismo gonzo, cuya expresión máxima es Fear and Loathing in Las Vegas, que él ilustró y Terry Gilliam llevó al cine. Como autor contó la vida del fundador del psicoanálisis en Sigmund Freud; la de Leonardo da Vinci en I Leonardo, ganador del W. H. Smith Illustration Award; y la historia de Dios en The Big I Am. Ha realizado inspiradas etiquetas de cervezas y de vinos, y durante años recorrió el mundo visitando bodegas y viñedos; de esa experiencia nacieron The Grapes of Ralph y Still Life With Bottle. También ha ilustrado Fahrenheit 451, de Ray Bradbury; The Milldenhall Treasure, de Roal Dahl; The Devil’s Dictionary, de Ambrose Bierce; Treasure Island, de Robert Louis Stevenson, y Alice in Wonderland, de Lewis Carroll, por el que recibió el Francis Williams Book Illustration Award y el American Society of Illustrators’ Certificate of Merit. En Francia obtuvo el Black Humour Award, en Holanda el Silver Paintbrush Award y la BBC premió sus ilustraciones de sellos postales. En 1979 fue elegido por AIGA (American Institute of Graphic Arts) como el Ilustrador del Año. Steadman ha experimentado en el campo de la animación y la literatura infantil con obras como el célebre álbum Punto.com. Reside en Kent, por cuya Universidad es doctor honoris causa.

22 de noviembre de 2011

Fábulas

Jean de La Fontaine / Marc Chagall



Traducido por Marta Pino Moreno

«Él la engatusa, ella le halaga;
él no halla en ella nada de gata,
y, llevando el error hasta el extremo,
la cree mujer en todo y por entero».


Exhortaciones morales, máximas para la supervivencia, instrumento pedagógico, pero también tentativa de comunicación del ser humano con la naturaleza, las Fábulas escritas por Jean de La Fontaine a la sombra del Rey Sol recogen y trascienden una tradición que hunde sus raíces en la Antigüedad y beben de diversas vertientes literarias, orientales y occidentales, para entregarse a la poesía con mayúsculas.

«¿Encargar la ilustración de La Fontaine, un poeta tan esencialmente francés, a un ruso, y nada menos que a Chagall? ¡Qué sacrilegio!». L’Art vivant, 15 de diciembre de 1927

Presentadas por primera vez en París en 1930, las ilustraciones de Marc Chagall para las Fábulas provocaron virulentas reacciones, tintadas de abierto antisemitismo, por parte de algunos críticos de la época: «¿Cómo un judío eslavo osaba acercarse al alma latina?» —se llegó a sugerir—. Mientras, otras voces descubrían un nuevo lenguaje, onírico y colorista, que recogía gran parte de los avances de las vanguardias y mostraba la necesidad de revitalización de la cultura francesa del período.

En la presente edición Libros del Zorro Rojo recupera cuarenta y tres gouaches firmados por Chagall para las Fábulas de La Fontaine, un conjunto que constituye un tramo vital del artista en el que se reafirma su genio a medida que crece su notoriedad, en el que se consolida su inserción social como migrante al tiempo que su arte se distingue y marca una época.

18 x 26,5 cm, 112 pp, Cartoné con sobrecubiertas
ISBN: 978-84-9241-274-7

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Marc Chagall

Vitebsk, 1887 – Saint-Paul-de-Vence, 1985



«Quizás es mi arte […] el arte de un demente, mercurio centelleante, un alma azul que invade mis cuadros», dijo de sí mismo Marc Chagall, creador de un universo visual poblado de recuerdos infantiles, tradiciones folclóricas y literarias, historias bíblicas y anécdotas convertidas en escenas intemporales. Nacido en una familia judía de Vitebsk (actual Bielorrusia), Chagall es uno de los artistas más relevantes del siglo XX. Tras un período formativo en San Petersburgo, su pintura adquiere en París los colores del fauvismo y las formas del cubismo. Después de la Revolución rusa pinta decorados para el Teatro Judío de Moscú y comienza un período clave del que nacen obras como «La Promenade» o «Au dessus de la ville», pero la emergencia de la abstracción impuesta por el nuevo régimen le lleva a buscar nuevos horizontes. Al finalizar Mi vida, su autobiografía ilustrada, inicia un periplo que le llevará, en 1923, definitivamente a París, donde el influyente marchante Ambroise Vollard le encarga la ilustración de Almas muertas de Gogol y de las Fábulas de La Fontaine. André Breton dijo: «Con él, y solo con él, la metáfora emprende su regreso triunfal a la pintura moderna». El nazismo lo incluye en la exposición Arte degenerado y en 1941 se refugia en Nueva York. De regreso a Francia en 1948, decora la Catedral de San Esteban de Metz y la Ópera de París. Trabaja el fresco, la cerámica, la vidriera y el tapiz, e inicia el ciclo del Mensaje Bíblico, donado al Estado francés para el museo que lleva su nombre en Niza. Sin haber abandonado nunca el trabajo, fallece a los noventa y siete años el 28 de marzo de 1985. Picasso había dicho de él: «Debe tener un ángel en algún lugar de su cabeza».

Jean de La Fontaine

Château-Thierry, 1621 – París, 1695



El nombre de Jean de La Fontaine marca un tramo fundamental de la literatura francesa del Grand Siècle. Nacido en una familia acomodada proveniente del funcionariado de Luis XIII, y tras un breve paso por un seminario parisino, entró en contacto con el mundo cortesano —al que accede tras licenciarse en derecho— y la poesía, que comienza a practicar en su pueblo natal, declamando oculto en la espesura del bosque. Las tareas de gestión forestal heredadas de su padre en 1652 suponen una carga pero le permiten el contacto con un hábitat natural, escenario de sus Fábulas; «A menudo encontramos nuestro destino en los caminos que tomamos para evitarlo». Mantuvo una constante cercanía al poder: entre sus mecenas se contaron el influyente ministro Fouquet, así como varias de las nobles y favoritas de la corte de Luis XIV. Activo en el clima intelectual parisino, formó parte del llamado Cuarteto de la Rue du Vieux Colombier, junto a Molière, Racine y Boileau, en 1684 ingresó en la Académie française, donde tomó parte en las intrigas, políticas y estéticas, que dieron lugar a la querella entre antiguos y modernos. Inclinado hacia los primeros, basó su carrera en una personal relectura de los clásicos, pero también recuperó tradiciones no europeas, como en las Fables choisies, mises en vers, dedicadas al Delfín de Francia. Legó asimismo lúcidas piezas de teatro y cuentos, entre ellos una colección de relatos licenciosos que le ocasionaron problemas con la censura. En 1693, obligado a renegar de su obra erótica prometió dedicarse a «obras piadosas». Murió en 1695 el escritor al que Flaubert considerará el único de su época capaz de entender y dominar las texturas de la lengua francesa.

8 de noviembre de 2011

Los sueños de Helena

Eduardo Galeano



Isidro Ferrer (Ilustraciones)

«Durmiendo, nos vio. Helena soñó que hacíamos fila en un aeropuerto igual a todos los aeropuertos y estábamos obligados a pasar, a través de una máquina,
nuestras almohadas. En cada almohada, la almohada de anoche, la máquina leía los sueños. Era una máquina detectora de sueños peligrosos para el orden público».




A lo largo de su narrativa, Eduardo Galeano ha ido escribiendo los sueños de Helena, su esposa. Este libro los reúne por primera vez en una edición especialmente iluminada por Isidro Ferrer, quien ha sabido interpretar con admirables composiciones toda la belleza de unas historias soñadas para soñadores de cualquier edad.


Si los sueños son una forma de escritura, en la rescritura de Galeano estos se nos revelan con la misma poesía que caracteriza sus otras historias, las que su obra ha ido recogiendo en cantares y memorias.






16,5 x 24 cm, 64 pp, Cartoné con sobrecubiertas
ISBN: 978–84–92412–96–9

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7 de noviembre de 2011

Eduardo Galeano

Montevideo, 1940 - 2015



Desde principios de 1973 vivió exiliado en Argentina y en la costa catalana. A principios de 1985 regresó a Montevideo, donde actualmente vive, camina y escribe. Es autor de varios libros, traducidos a numerosas lenguas. En ellos comete, sin remordimientos, la violación de las fronteras que separan los géneros literarios. A lo largo de una obra donde confluyen la narración y el ensayo, la poesía y la crónica, sus libros recogen las voces del alma y de la calle ofreciendo una síntesis de la realidad y su memoria. En dos ocasiones fue premiado por la Casa de las Américas de Cuba y por el Ministerio de Cultura del Uruguay. Recibió el American Book Award de la Universidad de Washington; los premios italianos Mare Nostrum, Pellegrino Artusi y Grinzane Cavour; el Premio Dagerman, en Suecia, y la Medalla de oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Fue elegido primer Ciudadano Ilustre de los países del Mercosur y fue galardonado con el Premio Aloa, de los editores de Dinamarca; con el Cultural Freedom Prize, otorgado por la Fundación Lannan; con el Premio a la Comunicación Solidaria, de la ciudad de Córdoba, y con el Premio Manuel Vázquez Montalbán, del F. C. Barcelona. En Libros del Zorro Rojo publicó Sueños de Helena, con ilustraciones de Isidro Ferrer e Historia de la resurrección del papagayo, con esculturas de Antonio Santos.

Isidro Ferrer

Madrid, 1963


Diseñador, afichista, ilustrador, graduado en arte dramático y escenografía, es uno de los artistas gráficos más reconocidos de la actualidad. En el campo de la ilustración editorial ha publicado, entre otros: El vuelo de la razón (Premio del Ministerio de Cultura de España al libro mejor editado, 1993); Yo me lo guiso, yo me lo como (Premio Laus de Plata de Ilustración, 1996); El verano y sus amigos (Premio Lazarillo de Ilustración, 1996); En cosme i el monstre (Premio Crítica Serra d’Or, 2000); Una casa para el abuelo (Premio Daniel Gil de Ilustración, 2003; Premio Junceda de Ilustración, 2006 y Premio Nacional de Ilustración, 2006); Libro de las preguntas, de Pablo Neruda (Premio de la Asociación Española de Profesionales del Diseño, 2006 y Premio Cálamo al mejor libro, 2006). Su obra ha sido expuesta en numerosos países de Europa, América y Asia. Isidro Ferrer reside en Huesca, donde se dedica al cartelismo, al diseño editorial, a la ilustración y a las series de animación. Sobre sus gustos ha escrito: «Del color azul me gusta el azul. De los perros me gusta que tengan plumas de caballo.
Me gusta encontrar las caras escondidas en un taco de madera, las caras reveladas en un sello, en una moneda. De las hojas me gusta el libro. De la pared me quedo con un cartel; aunque de
la pared también me gusta el laberinto».

27 de octubre de 2011

Premio Nacional

a la Mejor Labor Editorial



Nos place compartir con todos vosotros una noticia muy grata. En el día de hoy el Ministerio de Cultura nos ha otorgado el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial correspondiente al año 2011.

Nota de prensa del Ministerio de Cultura:

(27-octubre-2011). Las editoriales Ediciones Salamandra y Libros del Zorro Rojo han obtenido ‘ex aequo’ el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural correspondiente al año 2011. El Premio, que concede el Ministerio de Cultura, tiene por objeto distinguir el conjunto de la labor editorial de una persona física o jurídica que haya destacado por su aportación sobresaliente e innovadora a la vida cultural española durante 2010. Tiene carácter honorífico y, por ello, sin dotación económica.

El jurado ha estado compuesto por Lourdes Ortiz, designada por la Asociación Colegial de Escritores (ACE); Rosalina Díaz, por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE); Javier Soler, por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL); Iris Núñez, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Carlos Muro, por la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones (FANDE); Carlos Sanz, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); Milagros Teresa Hernández, por la ministra de Cultura; y Tomás Rodríguez, en representación de la editorial Akal, galardonada en 2010. Ha actuado como presidente el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, y como vicepresidenta la subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, Mónica Fernández.


Mas información aquí: El País

19 de octubre de 2011

Franz Kafka

Ocasión para una pequeña desesperación



Nikolaus Heidelbach (Selección e ilustraciones)

«Somos cinco amigos; una vez salimos uno tras otro de una casa, primero salió uno y se puso junto al portal, luego salió el segundo por la puerta o, mejor dicho, se deslizó con la ligereza de una gotita de mercurio y se colocó a escasa distancia del primero, luego el tercero, luego el cuarto, luego el quinto. Al final formábamos todos una fila. La gente se percató de nuestra presencia, nos señaló y dijo: los cinco acaban de salir de esta casa. Desde entonces vivimos juntos; sería una vida pacífica si no se inmiscuyera siempre un sexto. No nos hace nada,
pero nos resulta molesto, que ya es bastante; ¿por qué se mete donde no lo llaman? No lo conocemos ni queremos acogerlo entre nosotros. De hecho, los cinco tampoco nos conocíamos antes ni nos conocemos ahora, a decir verdad, pero lo que entre nosotros cinco es posible y está tolerado no es posible ni está tolerado en el caso del sexto. Por otra parte, somos cinco y no queremos ser seis. ¿Y qué sentido podría tener esa permanente convivencia? La de nosotros cinco tampoco tiene sentido, pero ya que estamos juntos, así seguimos y no queremos una nueva unión, precisamente debido a nuestras experiencias. Ahora bien, ¿cómo dar a entender todo esto al sexto? Como las largas explicaciones equivaldrían casi a aceptarlo en nuestro círculo, preferimos no explicar nada y simplemente no lo aceptamos. Por mucho que frunza los labios, lo apartamos con los codos, pero por mucho que lo apartemos, él vuelve».



El consagrado autor e ilustrador alemán Nikolaus Heidelbach nos ofrece una mirada personal sobre Franz Kafka. Después de haber logrado el reconocimiento unánime de la crítica internacional por sus ilustraciones para los cuentos de Andersen, Heidelbach ha compilado e ilustrado una selección de textos del escritor checo y su interpretación, onírica y surrealista, constituye una nueva y excelsa muestra de su talento.




«He vivido desde niño rodeado de pintura, pero creo que cuando mezclé los colores azul y negro y se transformaron en plata imaginé el filo de un cuchillo, y a partir de ese momento no pude detenerme. Aquella transformación fue definitiva». Nikolaus Heidelbach



«Añado una fotografía mía. Tenía quizás cinco años. En aquel entonces la cara de malo me parecía divertida. Hoy la considero de una recóndita severidad». Franz Kafka


14 x 21 cm; 128 pp. Cartoné encuadernado en tela.
ISBN: 978-84-9241-297-6

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Nikolaus Heidelbach

Lahnstein, Alemania, 1955



Es uno de los ilustradores alemanes más originales de la actualidad. Estudió filología, historia del arte y teatro en Colonia y Berlín. En 1988 fue galardonado con el Premio de la Fundación Troisdorf, en el año 2000 recibió el Premio Especial en la categoría Ilustración del Premio Alemán de Literatura Infantil y Juvenil en reconocimiento al conjunto de su obra, y en 2007 el Gran Premio de la Academia Alemana de Literatura Infantil y Juvenil y el Premio Alemán de Literatura Infantil y Juvenil.

21 de septiembre de 2011

Knock Out, tres historias de boxeo

Jack London



Enrique Breccia (Ilustraciones)

«En los primeros rounds, la cosa será feroz. Es la especialidad de Ponta. Es un bruto que intenta todos los golpes juntos, un torbellino que quiere tumbar al otro en los primeros rounds. Ha enviado a varios a la lona, algunos más inteligentes y fuertes que él. Mi problema es resistir, eso es todo. Entonces, estará a punto. Iré a buscarlo, ya lo verás. Sabrás cuándo voy a buscarlo, y lo haré pedazos».





Knock Out reúne tres historias memorables: «Un bistec», quizás el mejor relato que se haya escrito sobre boxeo; «El mexicano», un clásico imprescindible de la narrativa de Jack London, y «El combate», novela de desenlace inesperado y verídico. Historias épicas donde el coraje y el sacrificio constituyen el destino último de sus protagonistas.


Enrique Breccia, uno de los mayores ilustradores contemporáneos, ha elaborado dieciséis estampas en blanco y negro que interpretan magistralmente la violenta intensidad de estas páginas.


16,5 x 24 cm, 132 pp, Cartoné con sobrecubiertas
ISBN: 978-84-92412-94-5

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Jack London

San Francisco, 1876 – Glen Ellen, 1916


Fue vendedor de periódicos, vagabundo en los muelles de Oakland, ladrón de ostras, oficial en un patrullero que perseguía a ladrones de ostras, peón en fábricas de yute, orador callejero, buscador de oro en Alaska y finalmente uno de los mayores escritores de su tiempo. A los diecisiete años ganó un concurso literario con la crónica de un tifón. En Martin Eden, publicado en 1909, dejó testimonio de las miserias que enfrentó durante sus inicios como escritor. Fue un lector autodidacta. Marx, Darwin y Nietzsche influyeron en su pensamiento; Poe, Stevenson y Kipling, en su literatura. En La llamada de lo salvaje y Lobo de mar, las primeras novelas que cimentaron su fama, están ya la fascinación por el coraje y el culto a la autosuperación. Fue un socialista elitista, creyó en la revolución de los oprimidos y en la supremacía de los más aptos; sus relatos sobre boxeadores recrean ambas convicciones. Quebrantado por las secuelas del alcoholismo, London se dio muerte a los cuarenta años en su rancho de California.

Enrique Breccia

Buenos Aires, 1945



Es uno de los artistas más admirados en el campo de la ilustración contemporánea. Sus trabajos han sido expuestos en Barcelona, Lugano, Nueva York, Perugia y Sevilla. En 1975 fue invitado de honor en la Bienal de Gráfica de Lucca (Italia). Es autor de obras míticas en el género del cómic, entre ellas: La vida del Che (1969), Alvar Mayor (1976), Los viajes de Marco Mono (1981), La guerra de la pampa (1981) y Lope de Aguirre (1989). En la editorial DC Comic ha publicado Lovecraft (2002), así como sus célebres colaboraciones para la serie Batman: Gotham Knights (2001) y Swamp Thing (2004). En 1963 obtuvo la Medalla de Oro del Salón de la Asociación de Dibujantes de Argentina y en 1983 el Premio Pléyade a la mejor producción gráfica del año.

Títulos publicados:
Reunión
Koolau el leproso
Knock Out

7 de septiembre de 2011

Salomé

Oscar Wilde



Aubrey Beardsley (Ilustraciones)

«Besaré tu boca, Jokanaan. Yo besaré tu boca».


La cabeza de Juan el Bautista a cambio de una danza erótica: la pieza teatral en un acto de Oscar Wilde lo reunía todo para escandalizar a la sociedad victoriana. Escrita originalmente en francés, elogiada por Mallarmé y Maeterlinck, se publicó en París en 1893, y un año después se tradujo al inglés. Provocativa e incendiaria, Salomé conoció la censura y el repudio, fue interpretada por Sarah Bernhardt y prohibida en Inglaterra por representar personajes bíblicos. La ópera de Richard Strauss cosechó, en su estreno en Estados Unidos, feroces críticas que llevaron a la cancelación de todas sus funciones. Oscar Wilde, condenado a dos años de trabajos forzosos por difamación pública contra el pudor, no pudo presenciar su estreno el 11 de febrero de 1896 en el Théâtre de l’OEuvre de París.

La presente edición de Libros del Zorro Rojo reproduce sin censuras las exquisitas ilustraciones originales de Aubrey Beardsley, creadas para la edición inglesa de la obra, publicada en Londres en 1894, e incluye la nota preliminar escrita por Robert Ross para la edición de 1907. La traducción al castellano fue realizada por Rafael Cansinos Assens en 1919.








18 x 26,5 cm, 112 pp, Cartoné con sobrecubiertas
ISBN: 978-84-92412-87-7

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Oscar Wilde

Dublín, 1854 – París, 1900



Poeta, novelista y dramaturgo, recordado sobre todo por su única novela, El retrato de Dorian Gray (1891), las notables comedias El abanico de Lady Windermere (1892) y La importancia de llamarse Ernesto (1895), la agudeza de sus dichos y las escandalosas circunstancias que lo llevaron a prisión. Su padre era un importante cirujano y autor de libros sobre arqueología y folclore, y su madre, una poeta y defensora de la causa nacionalista irlandesa. Estudió en el Magdalen College de Oxford, donde se familiarizó con las teorías de Walter Pater y John Ruskin sobre la centralidad del arte en la vida. En la década de 1880 abrazó el Esteticismo. «La belleza es la única cosa que el tiempo no puede dañar. Las filosofías se derrumban como arena; las creencias pasan una tras otra; pero lo que es bello es un goce para todas las estaciones, una posesión para toda la eternidad». En 1891 escribió en francés la pieza teatral Salomé, drama bíblico en un acto que conoció el repudio y la censura. En 1895 inició un juicio por difamación al marqués de Queensberry —padre de su amigo íntimo Lord Alfred Douglas—, que lo había acusado de sodomía. El marqués, absuelto, acusó a su vez a Wilde, que fue condenado a dos años de trabajos forzosos. En prisión escribió De Profundis, extensa carta en la que reflexiona sobre el dolor. Al salir de la cárcel, arruinado espiritual y materialmente, se mudó a París, donde vivió bajo el nombre de Sebastian Melmoth y escribió La balada de la cárcel de Reading (1898), en la que denunció las condiciones inhumanas en las prisiones. Murió en la indigencia a los cuarenta y seis años por una meningitis.

Foto: Napoleon Sarony, 1882

Aubrey Beardsley

Brighton, Sussex, 1872 – Menton, 1898



Pintor e ilustrador inglés, una de las más importantes figuras del Esteticismo después de Oscar Wilde y crítico implacable de la sociedad victoriana. Aubrey Vincent Beardsley solo tuvo unos meses de instrucción formal en la Westminster School of Art, a la que acudió animado por el pintor Edward Burne-Jones, uno de los mayores creadores del movimiento Arts and Crafts. Sus dibujos, influidos por los grabados japoneses, ponen énfasis en lo grotesco, lo decadente y lo erótico. «Tengo una sola meta: lo grotesco. Si no soy grotesco, no soy nada». A pesar de la brevedad de su carrera, contribuyó de manera decisiva al movimiento francés del arte del cartel y al desarrollo del Art Nouveau. En 1893 fue contratado para ilustrar Le Morte d’Arthur de Thomas Mallory. En 1894 obtuvo fama inmediata por sus ilustraciones de Salomé de Oscar Wilde, que con su morboso erotismo sobresaltaron al público y a los críticos. Ese año entró como jefe de arte en la publicación The Yellow Book, de la que fue despedido en 1895 tras el escandaloso juicio a Wilde, de quien no era amigo pero con quien compartía una mirada irreverente sobre la hipocresía de la época. En 1896 trabajó en la revista The Savoy, dirigida por Leonard Smithers, librero, libertino y pornógrafo, e ilustró varios libros, entre ellos La violación del candado de Alexander Pope y Lisístrata de Aristófanes. Delicado de salud desde que contrajo tuberculosis a los seis años, volvió a sufrir la misma enfermedad a los diecisiete, y a los veinticuatro era un inválido. Antes de morir rogó a su editor que destruyera todos sus dibujos obscenos, deseo que el editor traicionó.

Foto: Frédérick H. Evans, 1895

Cuentos de imaginación y misterio

Edgar Allan Poe



Harry Clarke (Ilustraciones)

«—Señor Valdemar... ¿puede explicarnos lo que siente y lo que desea? Instantáneamente reaparecieron los círculos hécticos en las mejillas; la lengua tembló, o, mejor dicho, rodó violentamente en la boca (aunque las mandíbulas y los labios siguieron rígidos como antes), y entonces resonó aquella horrenda voz que he tratado ya de describir: —¡Por amor de Dios... pronto... pronto... hágame dormir... o despiérteme... pronto... despiérteme! ¡Le digo que estoy muerto!».
La verdad sobre el caso del señor Valdemar

Hacia 1917, el eximio artista irlandés Harry Clarke emprendió uno de los trabajos que determinaría su fama: la ilustración de Tales of mistery and imagination, una antología de los más altos relatos de Poe preparada por la editorial Harrap. La edición, publicada en Londres en 1919, fue reconocida inmediatamente como una de las joyas bibliográficas de la época. Desde entonces, las estampas de Clarke siguen ejerciendo un extraño magnetismo, fruto de una exquisita y laboriosa ejecución, que hizo honor a las sublimes historias que la inspiraron.

Traducción: Julio Cortázar


17 x 24 cm; 440 pp. Cartoné, con sobrecubiertas





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Edgar Allan Poe

Boston, 1809 - Baltimore, 1849


Hijo de actores ambulantes que nunca conoció, Edgar Allan Poe fue acogido al cumplir dos años por la familia de un comerciante que marchó a Inglaterra en 1815. Cursó sus primeros estudios en internados de Londres y Stoke Newington. Asistió brevemente a la Universidad de Virginia y a la academia militar de West Point. En 1827 publicó Tamerlan y otros poemas, que incluía versos escritos a los catorce años. Ocupó su vida en bares, salas de juego y tribunales de justicia; colaboró con efímeras publicaciones y se enemistó con todos sus colegas. En 1833 The Saturday Visitor premió su Manuscrito encontrado en una botella. Tres años después se desposó con su joven prima y acometió la redacción de las más altas historias de terror y suspense del siglo, prefigurando la literatura del siguiente. En 1841 Los crímenes de la rue Morgue inauguró el género policial. Edgar Allan Poe sobrevivió tres años a la muerte de su esposa. Vencido por el delirium tremens, murió el 7 de octubre de 1849 en la sala común de un hospital de Baltimore.

Títulos publicados:
El gato negro, y otros relatos de horror
El método del doctor Alquitrán y el profesor Pluma
Historia de Arthur Gordon Pym
Cuentos de imaginación y misterio

Harry Clarke

Dublín, 1889 – Coire, 1931


Ilustre representante del movimiento irlandés Arts and Crafts, Henry Patrick Clarke cursó estudios en la Escuela de Artes de Dublín y en el Colegio de Artes de South Kensington, donde obtendría, a partir de 1911, tres medallas de oro consecutivas por sus creaciones en el arte del vitral. En 1914 su panel El bautismo de san Patricio fue expuesto en el Louvre y le fue encomendada la realización de las vitrinas de la capilla Honan de Cork. Un año más tarde comenzó a desempeñarse como ilustrador editorial. De su producción gráfica destaca la magistral serie de estampas que realizara para los Cuentos de imaginación y misterio de Edgar Allan Poe, a la que seguirían otras no menos admirables para obras de William Butler Yeats, Alexander Pope, Hans Christian Andersen, Johann Goethe, Charles Perrault y Algernon Swinburne. El simbolismo francés, el arte de Bizancio y de Aubrey Beardsley, fueron algunas de las influencias de su trabajo. Reconocido por la crítica como uno de los precursores del Art Nouveau, Harry Clarke murió por las secuelas de la tuberculosis en Coire, Suiza, mientras dormía.

Títulos publicados:
Cuentos de imaginación y misterio

10 de agosto de 2011

La guerra de los mundos de Orson Welles



10 de junio de 2011

Premio Junceda 2011

Francisco Meléndez en el Edén



Libros del Zorro Rojo felicita a Francisco Meléndez por el Premio Junceda Iberia 2011, un reconocimiento a su inmenso talento, e invita a todos los lectores y lectoras a disfrutar sus ilustraciones para Los diarios de Adán y Eva, de Mark Twain.

Los diarios de Adán y Eva

Mark Twain



Francisco Meléndez (Ilustraciones)

El mítico ilustrador Francisco Meléndez cumple sus bodas de acero con el silencio, y las interrumpe momentáneamente para esclarecer lo sucedido en el Edén hace cientos de años. Una muestra de su talento intacto y libérrimo, que Mark Twain celebra desde quién sabe dónde.



Del diario de Adán:
Esta nueva criatura de pelo largo se entromete bastante. Siempre está merodeando y me sigue a todas partes. Eso no me gusta; no estoy habituado a la compañía. Preferiría que se quedara con los otros animales. Hoy está nublado, hay viento del este; creo que tendremos lluvia… ¿Tendremos? ¿Nosotros? ¿De dónde saqué esta palabra…? Ahora lo recuerdo: la usa la nueva criatura.



Del diario de Eva:
Toda la semana lo seguí y traté de entablar relaciones con él. Yo soy la que tuvo que hablar, porque él es tímido, pero no me importa. Parecía complacido de tenerme alrededor, y usé el sociable «nosotros» varias veces, porque él parecía halagado de verse incluido.

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Tamaño: 14 x 21 cm; 76 páginas, Cartoné encuadernado en tela
ISBN: 978-84-9241-261-7